Desde ultimafiesta.com aconsejamos hacer un ritual de despedida en honor de la persona fallecida, que nos ayudará a integrar y superar la pérdida. También podemos posponer el homenaje, y en unos meses celebrar un encuentro o hacer algo simbólico en su honor.

La situación de crisis sanitaria y cuarentena de la población está impidiendo a las familias despedirse de sus seres queridos de forma digna.

El sufrimiento de las familias en estos días por no poder acompañar a sus familiares en la enfermedad, se multiplica de forma terrible cuando no nos permiten ni despedir ni acompañar al féretro a su lugar definitivo.

Desde que somos considerados raza humana, en todas las culturas se ha intentado dignificar y honrar a los seres queridos muertos con rituales y sepulcros a la altura de su posición en la sociedad. Ahora sabemos, que el ritual en sí mismo es un acto de despedida que ayuda a superar el duelo de forma natural.

En psiquiatría se considera que un duelo es un proceso natural por el que pasamos cuando perdemos algo o alguien querido, y que dicho duelo está “enquistado” cuando pasados los dos años, la persona sigue sufriendo por no aceptar dicha pérdida.

Todas las personas que hemos perdido a un ser querido, sabemos que los años alivian la pena, y que nunca se deja de amar y recordar a los que faltan; pero no aceptar su muerte puede generar trastornos emocionales y depresión, que tras los dos años deberíamos haber superado.

En 1969 la psiquiatra suizo-estadounidense Dra. Elisabeth Kübler-Ross describió en su libro Acerca de la muerte y el proceso de morir, las fases del duelo por 1ª vez: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Cada persona pasa por estas fases a su ritmo, e incluso puede volver y cambiar el orden de las mismas, pero la última siempre es la aceptación.

El funeral, como rito de despedida nos ayuda a superar el duelo, porque nos hace vivir una experiencia (normalmente comunitaria -familia y amigos-) de recuerdo y homenaje a nuestros seres queridos que han fallecido. Además, “los rituales funerarios actúan como estrategias para reforzar el sentido de supervivencia social y ayudar a los individuos a entender su relación no sólo consigo mismo, sino también con sus semejantes y con el mundo que está a su alrededor”[1], y aceptar los ciclos de la vida.

En esta situación de alarma y cuarentena, sin el funeral, muchas personas van a alargar su duelo, y probablemente sufrir más de lo que sería natural en otras circunstancias.

Como despedida, podemos hacer aquello que a esa persona le habría gustado: beber un buen espumoso, escuchar esas canciones que tanto le gustaban, encender una vela y dedicarle su poesía favorita.

El acto de despedida tiene que tener una intención de despedida y un adiós. Un final como la vida de nuestro ser querido. Debemos aceptar, e integrar en la medida de nuestras posibilidades su muerte. De lo contrario, sufriremos y podemos enfermar con el tiempo.

Muchas familias de la persona difunta, elegirán en unos meses el momento adecuado para celebrar una reunión con todos sus seres queridos y despedirle cómo le hubiera gustado.

 

Ultimafiesta.com somos una consultora y productora de homenajes póstumos, fundada con la misión de celebrar la vida en el momento de la muerte. Acompañamos a las personas en la toma de decisiones sobre sus últimas voluntades, planificamos cómo quieren ser tratados y despedidos en su muerte; y si así nos lo piden coordinamos los servicios funerarios y organizamos un acto como homenaje póstumo según sus deseos.

 

 

 


[1] http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1317-58152006000200008  Los rituales funerarios como estrategias simbólicas que regulan las relaciones entre las personas y las culturas; Delci Torres SAPIENS vol.7 no.2 Caracas dic. 2006






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